Indeks IndeksMayle_Peter_ _Wytrawny_przekrć™tDeb Baker [Dolls to Die for 03] Dolly Departed (pdf)(1)Black Phoenix 1 After MDennis Lehane [Patrick Kenzie & Angela Gennaro 03] Sacred (v4.0) (pdf)Jenny Bryant MiśÂ‚ośÂ›ć‡ i uprzedzenieAngelia Sparrow & Naomi Brooks Alive on the InsLaurie Hugh Sprzedawca broniIain Banks Culture 05 Excession1057. Hannay Barbara Nauczycielka taśÂ„caJanice Kaiser Dramat w Hollywood
  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • csw.htw.pl
  •  

    [ Pobierz całość w formacie PDF ]

    descarado, quería decir impertinencias a todo el
    mundo y hacer a lados jugarretas; pero, a pesar de lo
    difícil que me era reprimir este deseo, al fin tuve que
    renunciar a él. Un día, unté con resina de cerezo las
    sillas de mi futuro padrastro y de mi nueva abuela,
    que se quedaron pegados a ellas. La cosa tuvo
    mucha gracia, pero mi abuelo me dio mi
    correspondiente paliza y me mandó a la consabida
    buhardilla. Mi madre subió a verme, me apretó
    contra sí, me sujetó con las rodillas y me dijo:
    -¿Por qué eres tan malo, di? ¡Si supieras la pena
    que me das!...
    351
    MÁ X I MO G O R K I
    Sus ojos se llenaron de brillantes lágrimas;
    estrechó mi cabeza contra su mejilla y esto me
    produjo una aflicción tan grande, que hubiera
    preferido que me pegara. Le dije que jamás volvería
    a ofender a los Maximov, pero que no llorara.
    -Sí, sí -dijo en voz baja-. Ya es hora de que
    renuncies a esas diabluras. Pronto nos casaremos y
    luego nos iremos a Moscú, y cuando volvamos tú te
    vendrás a vivir con nosotros. Yevguenü Vasilievich
    es muy bueno y muy inteligente y ya verás cómo
    haces buenas migas con él. Irás al Instituto y luego
    serás estudiante de Universidad, como él hoy, y más
    tarde doctor o lo que quieras, porque un hombre
    instruido lo puede ser todo. Ahora, ve y corretea un
    poco por ahí.
    Aquel  Luego" y "más tarde" de que me
    hablaba, se me representaba como una serie de
    escalones que conducían lejos de mi, a un abismo
    oscuro, a la soledad. No me alegraba, ni mucho
    menos, de aquel descenso y hubiera querido poder
    decir a mi madre: "No te cases, que yo te
    mantendré." Pero estas palabras no brotaron de mis
    labios. Mis pensamientos estaban siempre fijos en
    ella con gran ternura, pero no me atreví nunca a
    manifestarlo en su presencia.
    352
    D Í A S D E I N F A N C I A
    Entre tanto, proseguía asiduamente mis trabajos
    en el jar-dín. Ya había quitado la hierba, en parte
    arrancándola, y en parte cortándola con una cuchilla;
    contuve las paredes del hoyo con ayuda de los
    pedazos de ladrillo y del mismo material hice un
    ancho banco, en el que hasta podía uno tumbarse.
    Rellené los huecos que quedaban entre los ladrillos
    con barro, en el que incrusté pedazos de vidrio y de
    cacharros de colores, y cuando el sol iluminaba mi
    hoyo había allí dentro una pompa policroma como
    en una iglesia.
    -Lo has hecho muy bonitamente -dijo mi abuelo,
    una vez que vio mi obra-. Pero la hierba volverá a
    crecer enseguida, porque has dejado las raíces. Anda,
    ve por la azada, que te cavaré la tierra.
    Llevé la azada de hierro y él se escupió las
    manos y em-pezó, gimiendo, a hincarla con los pies
    en el duro suelo.
    -Tira a un lado las raíces -me dijo-. Te voy a
    poner aquí malvas y girasoles, y quedará muy bonito,
    muy bonito, ya verás.
    Y de pronto se dobló sobre la azada y estuvo
    largo rato callado, como convertido en piedra; yo le
    miré y observé que de sus pequeños e inteligentes
    ojos de perro caían al suelo lágrima tras lágrima.
    353
    MÁ X I MO G O R K I
    -¿Qué te pasa? -le pregunté.
    Se incorporó, se secó la cara con la palma de la
    mano y me miró con ojos turbios.
    -Es que he roto a sudar -me dijo-. ¡Mira cuántas
    lombrices!
    Empezó otra vez a cavar y dijo, de pronto:
    -Has hecho todo esto inútilmente, hijo mío.
    Pronto tendré que vender la casa, allá para el otoño
    a más tardar. Necesité el dinero para la dote de tu
    madre. Si por lo menos fuese feliz... ¡Dios la
    acompañe!
    Tiró la azada y con expresión de desaliento se
    fue detrás de la caseta de baño, donde, en el rincón
    de jardín, tenía el estercolero. Yo cogí en seguida la
    azada y empecé a trabajar, con tanto celo, que me
    hice con el afilado hierro un profundo corte en el
    dedo gordo del pie.
    Esto me impidió acompañar a mi madre a la
    iglesia el día de su boda; sólo pude llegar hasta la
    puerta del patio y la vi cruzar, del brazo de
    Maximov, con la cabeza baja, con precaución, como
    si pisara clavos de punta, por los ladrillos de la acera
    y la hierba que entre ellos crecía.
    Fue una boda sin aparato. Cuando volvieron de
    la iglesia, tomaron el té sin animación ninguna.
    354
    D Í A S D E I N F A N C I A
    Después, mi madre se cambió de traje y se fue a su
    alcoba, para hacer el baúl. Mi padrastro se sentó a mi
    lado y me dijo:
    -Te prometí regalarte una caja de colores, pero
    aquí, en la ciudad, no los hay buenos y los míos los
    necesito yo. Pero te los mandaré desde Moscú.
    -¿Y qué voy a hacer con ellos?
    -¿No te gusta pintar?
    -No sé pintar.
    -Entonces, te mandaré cualquier otra cosa. [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • ftb-team.pev.pl
  •