X

Indeks IndeksJohn Maddox Roberts Stormlands 04 Steel Kings UC FR6Barrie Roberts Sherlock Holmes and the King's Governess (pdf)Miloš Jesenský & Robert Leśniakiewicz Tajemnica księżycowej jaskiniIsaac Asimov & Robert Silverberg The Positronic ManOut of Uniform 1 In Bed with Mr Wrong Katee RobertCo Polska dała światu Jerzy Robert Nowak tom 1C Roberts John Maddox Conan zuchwałyRoberts Nora Klucze Klucz ŚwiatłaHaasler Robert Zbrodnie w imieniu ChrystusaIain Banks The Business
  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • ewagotuje.htw.pl
  •  

    [ Pobierz całość w formacie PDF ]

    - Es muy amable por tu parte, hermano, muy amable. Lo siento... no pretend�a ser
    sarc�stico. Pero no ten�a intención de pedir tu aprobación. Me incitaste, accidentalmente,
    estoy seguro de ello, a entrar en materias de discusión que nunca he pretendido discutir. -
    Hizo una pausa para encender otro de aquellos apestosos cigarrillos, y siguió m�s
    tranquilamente -: John, supongo que yo mismo soy, a mi propia quisquillosa manera, un
    hombre intolerante. Creo muy firmemente en la libertad de religión... pero creo que esta
    libertad se expresa mejor como la libertad de permanecer callado. Desde mi punto de
    vista, una gran parte de la piedad abiertamente expresada no es m�s que un orgullo
    insufrible.
    - �Eh?
    - No todos los casos... Yo he conocido al bueno y al humilde y al devoto. �Pero qu�
    hay del hombre que clama saber lo que piensa el Gran Arquitecto? �El hombre que
    proclama estar informado de sus Ocultos Designios? A m� me suena como una
    presunción sacr�lega de la peor especie... por parte de un tipo que probablemente no ha
    estado nunca m�s cerca de Su Mesa de Dise�o de lo que podamos haberlo estado t� o
    yo. Pero le hace sentirse mejor el proclamarse en t�rminos amistosos con el Alt�simo,
    ensalza su ego, y le permite dictar la ley para ti o para m�. �Puaf! Llega un sujeto con una
    voz potente, un C. I. de alrededor de los 90, pelo en las orejas, ropa interior sucia, un
    montón de ambición. Es demasiado perezoso para ser granjero, demasiado est�pido para
    ser ingeniero, demasiado poco de fiar para ser banquero... �pero hermano, sabe rezar!
    Tras un poco de tiempo ha reunido en torno suyo a otros sujetos que no poseen su vivida
    imaginación ni su confianza en s� mismo, pero a quienes les gusta la idea de tener una
    l�nea directa a la Omnipotencia. De modo que ese sujeto ya no es m�s Nehemiah
    Scudder, sino el Primer Profeta.
    Yo iba siguiendo su argumentación, sinti�ndome impresionado pero tambi�n
    complacido, hasta que nombró al Primer Profeta. Quiz� mi propio estado espiritual en
    aquel momento hubiera podido ser descrito como el de un �primitivo� seguidor del Primer
    Profeta... es decir, hab�a decidido que el Profeta Encarnado era el propio diablo y que
    todas sus acciones eran malvadas, pero esa creencia no afectaba las bases de la fe que
    yo hab�a aprendido de mi madre. Lo que hab�a que hacer era expurgar y reformar la
    Iglesia, no destruirla. Menciono esto porque mi propio caso era paralelo a muy serios
    problemas militares que se iban a desarrollar m�s tarde.
    Me di cuenta de que Zeb estaba estudiando mi rostro.
    - Te he alcanzado de nuevo en lo sensible, �en, compa�ero? No era mi intención.
    - No, en absoluto - respond� envaradamente, e intent� explicar que, en mi opinión, la
    pecaminosidad de la actual pandilla de demonios que se hab�an apoderado de la Iglesia
    no invalidaba de ning�n modo la verdadera fe -. Despu�s de todo, no importa lo que
    pienses o la forma como prefieras exhibir tu cinismo, las doctrinas son un asunto de lógica
    necesidad. El Profeta Encarnado y sus cohortes pueden pervertirlas, pero no pueden
    destruirlas... y no importa si el aut�ntico Profeta lleva la ropa interior sucia o no.
    Zeb suspiró como si estuviera enormemente cansado.
    - Johnnie, puedes estar seguro de que no tengo intención de iniciar ninguna discusión
    sobre religión contigo. No soy del tipo agresivo... Ya lo sabes, fui empujado hacia la
    Cabala. - Hizo una pausa -. �Dices que las doctrinas son asunto de lógica?
    - T� mismo me has explicado la lógica. Es una estructura perfecta, consistente.
    - As� es. Johnnie, lo m�s hermoso de citar a Dios como una autoridad es que puedes
    probar cualquier cosa que t� desees probar. Es tan sólo cuestión de seleccionar los
    postulados adecuados, y luego insistir en que tus postulados son �inspirados�. Luego
    nadie podr� probablemente demostrar que est�s en un error.
    - �Est�s afirmando que el Primer Profeta no estaba inspirado?
    - No estoy afirmando nada. Por lo que sabemos, yo soy el Primer Profeta, que ha
    regresado para echar a los profanadores de mi templo.
    - No seas., - me sent�a herido en lo m�s profundo, e iba a rebatirle impetuosamente
    cuando alguien llamó a la puerta de Zeb. Call�, y �l dijo:
    - �Adelante!
    Era la Hermana Magdalene.
    Hizo una inclinación de cabeza hacia Zeb, sonrió dulcemente ante mi boca abierta por
    la sorpresa, y dijo:
    - Hola, John Lyle. Bienvenido. - Era la primera vez que la ve�a vestida con otras ropas
    distintas a las de sagrada diaconisa. Parec�a tremendamente bonita y mucho m�s joven.
    - �Hermana Magdalene!
    - No. Sargento de Estado Mayor Andrews. �Maggie� para mis amigos.
    - �Pero qu� ha ocurrido? �Por qu� est� aqu�?
    - Precisamente en este momento estoy aqu� porque o� en la cena que hab�as llegado.
    Cuando no te he encontrado en tus aposentos he llegado a la conclusión de que estar�as
    con Zeb. Por lo dem�s, yo tampoco pod�a volver, como t� o Zeb... y nuestro escondite all�
    en Nueva Jerusal�n se estaba atiborrando, as� que me transfirieron.
    - �Bueno, me alegro mucho de verla!
    - Yo tambi�n me alegro de verte a ti, John. - Me palmeó la mejilla y sonrió de nuevo.
    Luego se sentó en la cama de Zeb con las piernas cruzadas, mostrando una m�s bien [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • ftb-team.pev.pl
  •  

    Drogi użytkowniku!

    W trosce o komfort korzystania z naszego serwisu chcemy dostarczać Ci coraz lepsze usługi. By móc to robić prosimy, abyś wyraził zgodę na dopasowanie treści marketingowych do Twoich zachowań w serwisie. Zgoda ta pozwoli nam częściowo finansować rozwój świadczonych usług.

    Pamiętaj, że dbamy o Twoją prywatność. Nie zwiększamy zakresu naszych uprawnień bez Twojej zgody. Zadbamy również o bezpieczeństwo Twoich danych. Wyrażoną zgodę możesz cofnąć w każdej chwili.

     Tak, zgadzam się na nadanie mi "cookie" i korzystanie z danych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu dopasowania treści do moich potrzeb. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

     Tak, zgadzam się na przetwarzanie moich danych osobowych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu personalizowania wyświetlanych mi reklam i dostosowania do mnie prezentowanych treści marketingowych. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

    Wyrażenie powyższych zgód jest dobrowolne i możesz je w dowolnym momencie wycofać poprzez opcję: "Twoje zgody", dostępnej w prawym, dolnym rogu strony lub poprzez usunięcie "cookies" w swojej przeglądarce dla powyżej strony, z tym, że wycofanie zgody nie będzie miało wpływu na zgodność z prawem przetwarzania na podstawie zgody, przed jej wycofaniem.